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Tratamiento estándar colombiano es más eficaz para curar la hepatitis C

  • Foto del escritor: JONATHAN STEPHEN
    JONATHAN STEPHEN
  • 10 may 2018
  • 4 Min. de lectura

Según el Ministerio de Salud, modernos antivirales que ingresaron al mercado farmacéutico han alcanzado una efectividad del 94 % en el tratamiento de la hepatitis C, aunque su alto costo impidió que se pudieran aplicar a todos los afectados por la enfermedad. El MinSalud calcula que en la actualidad unas 400 mil personas tienen el virus y unos 60 mil requerirán tratamientos entre 2018 y 2030.

Por eso, en diciembre del año pasado, mediante la Resolución 5246 de 2017, el ministro Alejandro Gaviria inició el proceso para declarar de interés público los medicamentos que tratan la hepatitis C y así bajar sus precios para facilitar y fortalecer la equidad en el sector salud.


No obstante, por medio de una carta, la asociación Investigadores y Productores Farmacéuticos de América (PHRMA) pidió revocar dicha Resolución debido a que esta se salta la regulación de patentes internacionales de medicamentos, las cuales Colombia se comprometió a respetar en acuerdos comerciales.


El magíster Carreño afirma que justamente su investigación surgió a partir de dicho anuncio del MinSalud, pues era necesario que se evaluara primero el tratamiento estándar –que en Colombia se aplicó por años– para luego implementar los antivirales que cuestan 6 o 7 veces más que el interferón pegilado y la ribavirina.


El uso de medicamentos como interferón pegilado y ribavirina, aplicados por años en el país, presenta hasta cinco veces más posibilidades de cura en pacientes con una variación genética CC del gen de proteína que combate el virus. El resultado puede ser una alternativa de mayor acceso para los pacientes, antes de acudir a antivirales que cuestan 6 o 7 veces más que estos fármacos.

Hace 19 años el torero colombiano César Rincón tuvo que abandonar las corridas de toros para someterse a un tratamiento intensivo contra el virus de la hepatitis c (VHC). La sangre que recibió por transfusión el 2 de noviembre de 1990 en Palmira, y que le salvó la vida, luego lo contagió de esta enfermedad y lo hizo luchar contra ella durante varios años.


Tras padecer cansancio, inapetencia, fiebre, pérdida de peso y depresión, entre otros síntomas de la hepatitis c (HC), César Rincón se recuperó. Sin embargo otros pacientes pueden tardar más tiempo en salir adelante o tienen resultados menos alentadores si no fueron diagnosticados y tratados oportunamente.


La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que entre el 60 y el 80 % de los contagiados con el virus desarrolla una infección crónica, con el riesgo de padecer cirrosis o cáncer hepático, dos agravantes que obligarían a hacer un trasplante de hígado para salvarles la vida.

Aunque el tiempo de diagnóstico y el tratamiento son considerados como las variables que más influyen en la efectividad del proceso, un estudio molecular evidencia la asociación entre el polimorfismo rs12979860 –variación de la secuencia del ADN– y la respuesta virológica sostenida (RVS) en hepatitis C genotipo 1b en la etapa terapéutica.


La RVS es aquella en la que se observa que existe una reducción continua y prolongada de la carga viral del virus en la persona y llega a concentraciones indetectables como resultado del tratamiento con medicamentos antirretrovirales.


El investigador David Carreño, magíster en Ciencias – Microbiología de la Universidad Nacional de Colombia (UN), explica que “el genotipo más frecuente en la población colombiana es el 1b; hallar dicha asociación les permite a infectólogos o hepatólogos contar con un porcentaje predictivo del número de pacientes diagnosticados que responden al tratamiento”.


A partir de la literatura científica consultada, el magíster encontró que los pacientes contagiados por los genotipos 2 y 3 tienen más posibilidades de alcanzar una RVS, con una dosis más baja de ribavirina y con un tratamiento más corto, que los infectados por el genotipo 1.


Para la muestra de su investigación, el bacteriólogo Carreño seleccionó entre 2008 y 2015 a 60 pacientes diagnosticados con HC en una clínica de Bogotá. Las personas debían tener el genotipo de hepatitis c 1b y haber culminado su primera dosis de 48 semanas con interferón pegilado y ribavirina, tratamiento estándar aplicado en el país para combatir la hepatitis C.


Con la información obtenida en el laboratorio clínico y los datos de los pacientes, el investigador elaboró una base de datos con el objetivo de determinar el genotipo del virus, el genotipo del polimorfismo del gen IL28B, y una variación en la secuencia de un lugar determinado del ADN en los cromosomas.


A muestras de sangre de los pacientes se les extrajo el ADN para determinar el polimorfismo del gen IL28B mediante técnicas de biología molecular. “A partir de este proceso se realizó un análisis estadístico para determinar si el tratamiento había sido eficaz según el genotipo. Asimismo se realizó una regresión logística para determinar si la presencia de los polimorfismos había influido o no en el tratamiento de los pacientes”, destaca el investigador.


Uno de los resultados más concluyentes es que el 65 % de los pacientes analizados no alcanzó una RVS posterior al tratamiento con interferón pegilado y ribavirina, mientras que el porcentaje restante (35 %) lo alcanzó 24 semanas después de haber terminado el tratamiento farmacológico. El investigador aclara que aunque la RVS está asociada con una garantía de curación, existe un bajo porcentaje de pacientes que sufre una recaída que los obliga a retomar el tratamiento.


Luego de determinar el polimorfismo rs12979860 del gen IL28B para cada paciente según las muestras de sangre, se estimó qué porcentaje tenía de los genotipos. De los pacientes analizados:

  • El 11,67 % (7) resultó homocigoto CC.

  • El 21,67 % (13) homocigoto TT.

  • El 66,67 % heterocigoto.

Con el análisis por genotipo se determinó que el 71,43 % de los pacientes con el genotipo CC alcanzó una RVS, mientras que el 28,57 % no lo logró. La frecuencia de RVS en los pacientes con genotipo CT/TT fue de 30,19 %.


Los resultados muestran una asociación significativa entre la RVS y la presencia del genotipo CC frente al genotipo no CC (CT/TT) del polimorfismo rs12979860 para el gen IL28B. Además se analiza la posibilidad de que después de 24 semanas de haber terminado el tratamiento con interferón pegilado y ribavirina se pueda alcanzar una respuesta más contundente.


El bacteriólogo Carreño destaca la utilidad de analizar el polimorfismo del gen IL28B como predictor de la respuesta viral tras el tratamiento, aunque agrega que es necesario hacer este mismo estudio con los nuevos antivirales de acción directa (AAD) como el telaprevir, boceprevir y otros que entraron al mercado farmacéutico para el tratamiento de la VHC.


tomado y adaptado de: http://unperiodico.unal.edu.co/pages/detail/tratamiento-estandar-colombiano-es-mas-eficaz-para-curar-la-hepatitis-c/


 
 
 

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